El pasado 8 de abril, se celebró en el Consejo Superior de Deportes la entrega de diplomas a los alumnos del Curso de Experto en Mediación Deportiva organizado por el Instituto Español de Mediación Deportiva y Pacificación con la colaboración de la Fundación Deporte Joven.
A mis queridos alumnos,¡¡¡ Enhorabuena!!!!
Dia 8 de abril de 2022
Muy buenos días.
Excmo. Sr secretario de Estado-presidente del Consejo Superior de Deportes, D. José Manuel Franco. Director General de Deportes, Don Albert Soler. Gracias, por abrirnos su casa.
Mi eterna gratitud a nuestro querido Juan Ángel Gato que junto a todo el equipo de protocolo han organizado con tanto “mimo” este acto.
Queridos, ya, compañeros mediadores, profesores y todos los amigos aquí presentes.
Ha sido muy emotivo encontrarnos sin una pantalla de ordenador por medio. Gracias, por vuestro esfuerzo, tanto personal como profesional, para estar aquí hoy. No solo estáis de Madrid, sino de distintas CCAA y también de distintos países (Inglaterra, Suiza, Argentina).
Mi recuerdo a todos los que por motivos personales o de distancia no han podido estar hoy aquí con nosotros.
Sois los protagonistas de este acto.
Es motivo de especial satisfacción representar hoy al Instituto Español de Mediación Deportiva y Pacificación y poder celebrar, en esta Casa del Deporte, presidido por su presidente, el acto de entrega de Diplomas a los alumnos de las dos ediciones de experto en mediación deportiva organizados por el Instituto.
Esta es la tercera vez, que el CSD, nos abre sus puertas.
La primera fue la presentación del INSTITIUTO, apadrinada por nuestro socio de honor, Vicente del Bosque.
La segunda con motivo de la firma de convenio de colaboración con la FDJ, donde emprendíamos un camino junto impulsando proyectos formativos y de valores en el ámbito de la mediación deportiva.
La tercera, hoy, con esta entrega de diplomas. Todas ellas en esta bonita Sala Samaranch, que ha sido testigo de infinidad de premios y medallas, y hoy será testigo de vuestros diplomas.
Diploma que son Medallas a un buen trabajo en equipo, pero también personal.
Permitirme que desde el cariño y cercanía de haber compartido tantas horas juntos, resalte esas cualidades y madurez académicas que sin lugar a duda ha hecho que de las dos ediciones hayan surgido capacitados mediadores/as en la gestión positiva de los conflictos.
Cualidades, que han sido puestas en práctica durante el curso, y que son pilares de un buen trabajo en equipo: flexibilidad, escucha, empatía, respeto, responsabilidad, colaboración, solidaridad, y sobre todo dos muy personales que cada uno de vosotros las ha regado constantemente: bondad y alegría.
En cuanto a capacidades a la hora de gestionar los conflictos, estamos seguros de que según se ha ido desarrollando el curso, han ido aflorando en muchos de vosotros, capacidades que no erais conscientes de tenerlas o simplemente pensabais que no las teníais. Una parte de este curso ha consistido justamente en eso, de la mano de magníficos profesores, en tomar consciencia de cómo nos enfrentamos al conflicto, cómo lo gestionamos, y de qué herramientas tenemos para ello. Es necesario, primero, este aprendizaje interno para después, ayudar a otros. Ese es el objetivo del mediador.
En este sentido, Amparo Quintana, gran mediadora, amiga, y querida profesora vuestra nos decía:
“La mediación es la oportunidad de hacer las cosas de otra manera, es ir llenando el vaso de nuestras capacidades. Llenar el vaso es la oportunidad que tenemos todos de enfrentarnos a nuestros propios conflictos”.
Termino con un discurso que seguramente he leído en otra ocasión y que ya conocéis, pero muy adecuado hoy, de William Ury que nos hablaba del conflicto como la puerta del cambio y del buen mediador
«Un buen mediador requiere la ilusión juvenil y la sangre fría de la madurez. La política es pacto, el matrimonio es pacto, vivir en comunidad es pactar y solo se pacta a través del conflicto.
Los conflictos son necesarios para lograr la justicia; la violencia, sin embargo, no. No debemos temer al conflicto, porque es la puerta al cambio, por eso necesitamos más conflictos y ninguna violencia.
Para ello, el primer paso es saber que en la mesa de negociaciones tu primer enemigo es tu ego, esa soberbia que te impide aceptar parte de la razón de los otros… De ahí que debemos usar la empatía, tratar de pensar como el otro y eso solo se logra escuchando. Existe una razón evolutiva por la que tenemos dos orejas y una sola boca: usa tus orejas el doble que tu boca y no escuches solo las voces, localiza también las razones más allá de las palabras».
Con el vaso lleno, la ilusión y esa madurez adquirida, que decía Ury, desearos la mayor de las suertes y daros la bienvenida a este camino de la mediación desde la prevención y el dialogo.
¡¡¡¡Enhorabuena a todos!!!!